Lo inevitable
A veces te encuentras con cosas que pasan por que tenían que pasar. Cosas que si analizas el contexto en el que ocurren ves que no podían suceder de otra manera. A veces te encuentras que esas cosas aun no han sucedido, pero ves tan claro el curso que toma todo lo que está a tu alrededor que ya sabes lo que pasará. Son las cosas inevitables.
A veces, frente a algo inevitable, adoptamos el rol de rebeldes y nos ponemos a creer firmemente que eso no pasará, que eso es algo que podemos evitar y que de hecho, haciendo esto o aquello, lo evitaremos.
A veces quien decide tomar el ilógico rol de rebelde se encuentra con el más difícil todavía. Puede que todo apunte a que algo inevitable va a suceder: El contexto dice que eso va a suceder, las situaciones imprevistas dicen que eso va suceder, incluso las situaciones previstas y buscadas sólo se provocan para que eso suceda. Sin embargo el rebelde se encuentra con que no hay absolutamente nada que pueda hacer para evitar lo inevitable. En esos casos diremos que el rebelde se arma de fe.
A veces, el hecho inevitable que se va a producir es un atentado contra los valores ético-morales que el rebelde cree que todo el mundo tiene. En estos casos el rebelde solo puede cogerse al clavo ardiendo de la fe en el prójimo. Aunque todo apunte a que va a pasar lo que va a pasar (si es que no ha pasado ya) el rebelde sabe muy bien que en caso de que lo inevitable ocurra se producirá un cataclismo social. Quizá el rebelde se vea tentado a pensar que la única razón por la que no ocurre lo inevitable es que los implicados desean evitar ese cataclismo.
Según el día puede que el sentimiento de fe del rebelde se vea hinchado. Quizá con razón, quizá con falsos destellos de integridad moral. Quizá el que el rebelde vea acrecentada su fe solo sirve para que lo inevitable lo sea más aun.
Da lo mismo. Cuando llega el día y lo inevitable ocurre es el rebelde el que peor lo pasa, pues el rebelde buscará apoyo y comprensión y solo se va a encontrar con miradas que dirán "joder, si estaba claro que esto iba a pasar"
A veces, frente a algo inevitable, adoptamos el rol de rebeldes y nos ponemos a creer firmemente que eso no pasará, que eso es algo que podemos evitar y que de hecho, haciendo esto o aquello, lo evitaremos.
A veces quien decide tomar el ilógico rol de rebelde se encuentra con el más difícil todavía. Puede que todo apunte a que algo inevitable va a suceder: El contexto dice que eso va a suceder, las situaciones imprevistas dicen que eso va suceder, incluso las situaciones previstas y buscadas sólo se provocan para que eso suceda. Sin embargo el rebelde se encuentra con que no hay absolutamente nada que pueda hacer para evitar lo inevitable. En esos casos diremos que el rebelde se arma de fe.
A veces, el hecho inevitable que se va a producir es un atentado contra los valores ético-morales que el rebelde cree que todo el mundo tiene. En estos casos el rebelde solo puede cogerse al clavo ardiendo de la fe en el prójimo. Aunque todo apunte a que va a pasar lo que va a pasar (si es que no ha pasado ya) el rebelde sabe muy bien que en caso de que lo inevitable ocurra se producirá un cataclismo social. Quizá el rebelde se vea tentado a pensar que la única razón por la que no ocurre lo inevitable es que los implicados desean evitar ese cataclismo.
Según el día puede que el sentimiento de fe del rebelde se vea hinchado. Quizá con razón, quizá con falsos destellos de integridad moral. Quizá el que el rebelde vea acrecentada su fe solo sirve para que lo inevitable lo sea más aun.
Da lo mismo. Cuando llega el día y lo inevitable ocurre es el rebelde el que peor lo pasa, pues el rebelde buscará apoyo y comprensión y solo se va a encontrar con miradas que dirán "joder, si estaba claro que esto iba a pasar"
Cuentate algo, no?
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